Ayer, mientras calentaba con mis compis de Club antes de las dichosas series, comentábamos y coincidíamos en que lo más duro del Maratón es la preparación. Los 3 meses de específico que te tiras entrenando para, al final, jugártela todo a una sola carta, en un solo día en el que cuentan muchos otros factores, que dan de sobra para otro post.
Me mudé a Barcelona en Diciembre del año pasado. Ya va para año y medio. Es increíble cómo pasa el tiempo. Aquí me vine en plena preparación del maratón de Tokyo, mi sexto Major.
La preparación estuvo marcada por más de un quebradero de cabeza con el nuevo puesto de trabajo, cambio de residencia, cambio de vida…y llegué a Tokyo con muchas dudas, con malos entrenos y con una retirada en una Media Maratón 3 semanas antes. El panorama pintaba realmente mal. Pero salió. La marca no fue nada del otro mundo, 3h32 pero con todo lo que había supuesto emocionalmente para mi esa preparación, fue algo que nunca podré olvidar.
Mi vida podría ser lo que transcurre entre maratón y maratón. Y las cosas son bien diferentes. En primer lugar porque entreno con Club, el Castillejo Cáceres Running Club me ha acogido en sus filas y a su rueda para las series. Entrenar en grupo es lo que más eché en falta mientras preparé Tokyo.
Además, la preparación está siendo especialmente dura por la época del año en la que nos encontramos. Si bien es cierto que estamos a finales de verano y que las temperaturas son más suaves, la humedad es insoportable. A mi, me mata y no sé si todos la acusan de igual manera o yo más por proceder de una ciudad con un clima tan seco como el de Madrid.
Termino cada entreno como si me hubieran regado. No he pesado la cantidad de sudor con la que acaba mi ropa cada entreno, pero os aseguro que nunca había sudado de esta manera. Esto supone que me toca cuidar muy mucho la recuperación. Algunas de las “cosas” que eliminamos a través del sudor, hay que recuperarlas. Y me refiero principalmente a sales, electrolitos.
Los oligoelementos son micronutrientes esenciales para nuestro organismo y tanto su exceso como defecto pueden llegar a resultar perjudiciales. De ahí la necesidad de mantener un equilibrio iónico que asegure el correcto comportamiento y funcionamiento de “todo” en lo que participen en nuestro organismo.
Por eso después de cada entreno, me tomo 1 cápsula de SALT CAPS. También me tomo 1 cápsula de OVO JOINT, uno de los nuevos productos de Victory con glucosamina, condroitina, ácido hialurónico y bromelina (única enzima con capacidad antiinflamatoria), combinación de éxito para proteger, reparar y reducir la inflamación en nuestras articulaciones, que tanto castigamos con tantos km.
Y me voy tomando de camino a la oficina un bidón de TOTAL RECOVERY que lleva:
- Mezcla de dextrosa, que es un azúcar simple (con lo que se asimila rápidamente),
- Aislado de proteína de suero y proteína de suero hidrolizada que favorece la asimilación de nutrientes y al ser proteína ayuda a reparar evitando que catabolicemos tejido muscular,
- L-Glutamina (el aminoácido estrella en la reparación del tejido muscular),
- Los famosos BCAAs (aminoácido ramificados, que también intervienen en la reparación muscular), son Leucina, Isoleucina y Valina.
- Electrolitos (que perdemos con el sudor u orina; calcio, fosforo, potasio, hierro, magnesio, selenio, manganeso, zinc, cobre, yodo)
- y Vitaminas (que evitan el stress oxidativo; vitaminas A, D, E, C, Tiamina, B2, Niacina, B6, acido fólico, Biotina).
Y vosotros, ¿cómo recuperáis?
Rosa Asensio
Experta en Redes Sociales. Runner por convencimiento y ganas.